“Para el pueblo mexica, el tiempo podía ser contabilizado
a través de dos calendarios distintos, el Xihuitl y el Tonalpohualli. Este
último en particular, era empleado para adivinar el futuro. Cada vez que un
niño nacía, era costumbre que se le llevara con el Tonalpouhque, quien
pronosticaba el porvenir del infante a través de su fecha de alumbramiento”.
Eduardo Matos Moctezuma, Tenochtitlan, México, F.C.E., 2006, p.149.
ASTROLOGÍA
Desde que el ser humano pisó la tierra en la noche de los
tiempos, volteó al cielo y observó el mapa celeste. Fue consciente de las fases lunares, elaboró
calendarios y le concedió una historia a las estrellas. Más “como es arriba es
abajo” el ser construyó una cosmovisión
de acuerdo a los firmamentos. En un principio Astrología y Astronomía eran una
misma cosa. Astrología del griego αστρολογία [astrologuía], de άστρον [astrón]
estrella, cuerpo celeste, y λόγος [logos] idea, palabra,
conocimiento, no sólo tratado, si no la acepción gnóstica platónica del logos como emanación del aspecto
primordial y expresión sustancial en contraposición al Sophia, el conocimiento
sagrado. “Soy la voz del despertar en la noche eterna” loa un antiguo canto
gnóstico. Desde el chamán del clan hasta los astrólogos más sofisticados de las
antiguas civilizaciones, llevaban registro de los ciclos y las contingencias
siderales; relacionándolas con los hechos cotidianos. El Indostán, China, Sumeria, Babilonia,
Egipto, Grecia, Alejandría.. Caldeos, Mayas, Toltecas, Anasazi, los Chimú, Tiahuanaco,
Incas, Maoríes, Yolngú, Walpiri, etc. Toda cosmovisión tiende a construir un
imaginario correlativo. Mesopotamia es la cuna de la Astrología Occidental.
Para las civilizaciones que se erigieron junto a los ríos, era importante
calendarizar la afluencia de crecientes y bajadas de los mismos para determinar
el ciclo de las cosechas. Con este fin, lograron mediciones astronómicas
sorprendentes y de elevada exactitud. Que sentaron las bases de la Astronomía y
la Matemática contemporáneas. Desde los zigurats, pirámides, observatorios, y
conjuntos monolíticos diversos, observaron los cielos en busca de señales,
vaticinios, eventos que correlacionar; adoraban también a los astros, al Sol, a
la Luna y a los cinco planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y
Saturno; conservando los nombres de los dioses romanos. Determinando el Zodíaco
(Zoo-díaco) (disco de animales), el horizonte celeste visto desde la tierra,
conformado por ciertas constelaciones en relación a las cuales se mueven
aparentemente los planetas. Cabe señalar
que se le ha dotado un espíritu a cada planeta, planetoide y cuerpo celeste de
un talante y una función particular. Durante un año se presenta 12 veces la luna
llena, motivo por el cual se dividió al zodíaco en 12 secciones de 30 grados,
llamadas casas. Notemos que en la Astrología y en la medición del tiempo
persiste la matemática sumeria hexadecimal. 360 días más cinco días aciagos don
12 meses y estos un año. 60 minutos una hora. Un día son 24 horas, dos ciclos
de doce, etc. Todo gira en torno a múltiplos de 6 y su divisor el 3. Así como
en los clásicos griegos se narran las tropelías de los dioses; a partir de los
filósofos presocráticos quienes se relacionaban con los elementos esenciales:
el agua, el aire, la tierra y el fuego; comenzó la especulación filosófica y
científica que sentaron las bases del
pensamiento moderno debido a Pitágoras, Platón y Aristóteles. Quienes
discurrieron ampliamente y profundamente sobre la naturaleza del universo, el
sol, la luna, la tierra, los planetas y demás cuerpos celestes. La ciudad de Alejandría
en Egipto fue posteriormente punto de encuentro para muchos estudiosos
provenientes de todas las tierras conquistadas por Alejandro Magno. Hubo un
intenso intercambio de conocimientos, dando origen a un saber más complejo y
elaborado sobre la Astrología, dejando atrás la vieja Astrología Decánica del
Antiguo Egipto. Abrevando de todo este saber, Ptolomeo escribe el libro más
importante y trascendente para los siglos venideros: El Tetrabiblos, que se
convertiría en la guía astrológica y astronómica más consultada por cientos de
años. Los Caldeos llegados a Roma introdujeron con éxito la Astrología, tuvo
tal impacto, que permeó desde el pueblo de las plazas a las más rancias y
encumbradas familias patricias, incluso al recinto mismo del Imperio. Desde
entonces la Astrología (como la Numerología) está presente y es consultada también
por los actores y los intereses de la política y la economía a nivel global. Inglaterra
y el régimen Nazi no fueron la excepción. Todo sobre la primera y segunda guerra mundial fue
consultado y constatado por los banqueros y operarios de la industria militar.
El ascenso de Hitler fue predicho por la astróloga Elsbeth Ebertin. Heinrich Himmler, Joseph Goebbels y Rudolf
Hess estaban muy interesados en la Astrología. La
Astrología sobrevivió al cambio de Paradigma del Heliocentrismo y la Mecánica
Newtoniana. Recordemos la famosa Noche de los Astrólogos, cuando el régimen nacional
socialista mandó a encarcelar a todos ellos con la intención de contener la
información y la pronosticada derrota en Siberia. John Nelson descubre la influencia de los
astros al demostrar las variaciones en las frecuencias radiofónicas emitidas
por estos; coincidiendo las tormentas magnéticas con la posición de los
planetas con respecto a la tierra y al sol, en los ángulos de 90 y 180 grados,
que la Astrología llama aspectos, específicamente de cuadratura y oposición la distorsión era
notoria; y en los aspectos armónicos de trígono y sextil 60 y 120 grados
respectivamente fluía mejor la propagación de las ondas cortas. Se validó está
aportación cuando Nelson pudo pronosticar con un rango mayor al 93% las
perturbaciones electromagnéticas, de la misma manera que se predicen los
tránsitos en Astrología. Tras la caída del Imperio Romano, Teodosio siguiendo
los pasos de Constantino declara el Cristianismo Niceno o Catolicismo, la religión oficial del Sacro Imperio. El
conocimiento Astrológico se fragmenta, olvida,
se refugia y/o se reescribe en los monasterios. San Agustín fue en un
momento un acérrimo practicante y posteriormente al elevarse a padre de la
iglesia se convirtió en un feroz atacante, considerándola como un resquicio
pagano. Santo Tomás de Aquino intentó una postura conciliadora, de ahí su
famosa frase: “los astros inclinan, más no obligan”. Bizancio, Persia y el Al-Andaluz continuaron con la noción de
Ptolomeo, desarrollando la Astrología y aportando nuevas nociones. Que serían retomadas en la Europa Medieval
tras un periodo de persecución y olvido, nutriéndose de todas las culturas que
recorrió dicho conocimiento gracias a la traducción de textos escritos en árabe,
elevándose a humanismo, surgiendo el Hermetismo y el Neoplatonismo.
Agripa, Parecelso y Ficino [Fichino] contemplaron una Astrología que
equilibrará lo racional y lo sagrado, la capacidad oracular y el sentido
científico. Notable fue Michael de Notredame, quien predijo el incidente de la
Reina Margot y el destino de los Luises. Morinus un matemático del siglo 17 que
estudió la Astrología predijo el ascenso al trono a la reina de Polonia. Copérnico, Galileo Galilei y Kepler llevaron
el conocimiento del movimiento de los astros a otro plano hasta que en 1666
(curioso número) será el año en que oficialmente la Astrología es destituida y
extirpada de la Astronomía y la Academia de Ciencias por el edicto de Jean
Baptiste Colber, de tal manera que ya no se impartirá su cátedra en las
Universidades. Issac Newton ingresó a la Universidad con la idea de estudiar
Matemáticas para así comprobar la Ciencia Astrológica. En 1975 la Revista The Human
publicó un artículo muy desfavorable a la Astrología en base a una encuesta
llevada por 176 científicos, de los que 19 eran Premios Nobel, considerándola
como una disciplina falsa y anacrónica. Un reportero de la BBC de Londres los
entrevistó a estos doctos académicos de refulgente prosapia y comprobó que no
sabían absolutamente nada de Astrología. Demostrando que habían llegado a sus conclusiones
por puro prejuicio sobre algo de lo que no tenían ninguna idea. Michael
Gauquelin en su obstinación por demostrar la presunta falsedad de la
Astrología, indago e investigó a fondo, tras conocer el trabajo de León Lasson,
implemento un método estadístico preciso que lo llevó a tal grado de
correlación entre individuos, oficios, destinos y profesiones que acabó siendo
uno de los más fervientes defensores de la Astrología. Existe un instituto internacional de
Estadística Astrológica el ISAR y una institución educativa que incluso otorga
un grado académico universitario, El Kepler College en Estados Unidos, así como
en India e Inglaterra. Freud se basó en su cuestión arquetípica, Jung incluso defendió
la astrología públicamente de todas las acusaciones que
le habían imputado la teología, el racionalismo y el materialismo dialéctico. Tras
el boom industrial y la primera desilusión de la modernidad surge la
Teosofía; posteriormente surge la
Astrología Humanistica con el francés Dane Rudhyar y Marc Edmund Jones en los
Estados Undidos; Charles E. O. Carter y John Addey en Inglaterra; Henri Gouchon
y André Barbault en Francia; y Reinhold
Ebertin en Alemania. La Astrología de fanzine o de revista, es muy somera y
sólo toma en cuenta los signos solares, sin analizar el ascendente, el medio
cielo y/o la situación de la luna y otros planetas. “Conócete a ti mismo” sería
la meta de trazar nuestra carta astral y saber qué nos depara el destino, qué
podemos hacer para deconstruir o cambiar nuestra causalidad y tal vez romper
con el determinismo.
Euzkaro del Río "Erraez" a Perlinda
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